Hoy va a hacer calor

Hoy va a hacer calor aunque esta brisa igualitaria trate de desmentirlo. A lo lejos las barcas y los veleros trazan triángulos intentando detectar en qué parte del fondo marino está ese trozo de divertimento que perdieron el otro día, mientras el mar de poniente lamía embrutecido los tobillos de sus propietarios tambaleantes. Afortunados los agentes aduaneros que siempre saben  hacia dónde van.

Las golondrinas se pasean despreocupadas porque el calor no les pilla nunca desprevenidas. Las chimeneas y respiraderos, en cambio, se lamentan porque nadie pensó jamás en hacerlos menguantes a voluntad. Siempre parece que están a punto de decirse algo interesante, erguidas y orgullosas como los parlamentarios que esperan que les den las vacaciones. Todo el mundo se cansa, de lo suyo y de lo de los demás. Y mientras tanto respira y, si se puede, enciende fuegos en invierno para poder disfrutar de la destrucción controlada y el calor absorbido. Ya en verano volverá a recordar cuánto es lo que de verdad le sobra.

Un poco más abajo, los toldos hacen el calamar, más o menos agradecidos a sus dueños y sus artrosis. Es un buen negocio el de los toldos. Como casi todos, para haberlo pillado a tiempo. La sombra siempre ha sido y será agradecida, a falta de lo que se escriba en planetas que tengan otros ciclos. Suele decirse que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Podríamos terminar con la asimetría sentenciando que, en cualquier caso, delante o encima de ellos hay en todo caso un gran toldo. Conque disolviendo la tinta que no nos deja ver, queda de manifiesto lo verdaderamente importante, que puede ser más que nada lo que hay en el fondo del mar.

Y al fin, la piscina. Por allí abajo andará, ganándose la confianza de la concurrencia sudorosa. No puede dejarse a las piscinas solas, por eso es en realidad que se contratan socorristas, porque son las personas que mejor las conocen, aunque muchas veces no les echen cuentas, tan pendientes de los bañadores femeninos y de los niños. Cuántas estadísticas nos quedan por hacer. Como la de hoy, que según parece, va a hacer calor.