Destacado

La llamada del tiempo

[Estuve pensando en ordenar todo esto mientras limpiaba el coche el otro día, por dentro y por fuera, con las ganas justas y la intensidad justa; con el sol derramándose furioso sobre el mar, con el viento que no recuerdo de dónde venía… Ahora no veo que tenga ningún sentido pretender ordenarlo, al menos para mí, y es por eso que no voy a ordenar nada. El coche quedó más o menos bien, como para irse de viaje.]

[Ella se ha ido. Después de recogerla le hablé a un niño como si fuéramos los dos niños, abusando de mi incierta sabiduría —la sabiduría siempre es incierta—, y ahí ya no pude continuar. No dejé de ser un niño, en realidad, durante séis días… aunque sabía y sé que era mentira, porque a los niños no les pasan estas cosas hasta que no aprenden a llevarse bien con las mentiras. Pero que ella se haya ido es verdad. Ahora su tiempo depende de nosotros, se ha colado definitivamente en nuestro tiempo —agotado el suyo—, y no me parece que pueda todavía hacer esto, porque me voy chocando con las paredes de una cueva oscura y caliente y sólo pienso en imposibles… El tiempo la llamó al teléfono y ella, claro, descolgó.]

[Todo lo que hay en mí ahora mismo es un desconocimiento absoluto. ¿Importa algo? Quizá el tiempo importe algo, quizá el tiempo ordene lo que no se puede ordenar. La naturaleza es la más perfecta de las máquinas imperfectas. Habrá que dejarse hacer por ellos, por el tiempo y por la naturaleza.]

[Guapa hasta el final. Incluso al ver cómo la vida la forzaba a abandonar su mar a orillas de la muerte… terriblemente guapa… En todas sus últimas miradas… bella y luchadora… Los muertos no tienen mirada. No sé porqué la gente se empeña en querer mirarlos.]

[Como es natural, dije muchas tonterías durante todos estos últimos días. Quizá más de las que digo habitualmente —que son bastantes hasta cuando las pongo por escrito—, pero me estoy aficionando a decir «mamá» de vez en cuando, de una forma que me parece especial, de una forma que me hace feliz un instante… No sé qué pasará con esta nueva afición, Paquita.]

[Hace ahora una semana del fin —del principio del final definitivo—, y vuelvo al trabajo. No tengo ninguna sensación especial ahora mismo, aunque sé que el momento clave será ver a gente de nuevo. Una niña me hizo un dibujo con mensaje el último día que vine. Voy a colgarlo por aquí.]

[Agradecido a todas las personas que estuvieron y a las que seguirán estando. En este punto, soy un tipo muy afortunado.]

[Y no hay nada más que decir por aquí. Ella se ha ido. No hay nada que comprender. Como cuando salía de tu casa, hasta luego mamá.]